Si os he dejado la receta de los cupkaces no va a ser menos las tarta arcoiris

Ingredientes:

Para el bizcocho: 300 ml de aceite, 300gr de azúcar moreno, 300gr de harina, 3 cucharaditas de levadura, 6 huevos, dos cucharaditas de pasta de vainilla y colorantes en pasta rojo, azul, verde, amarillo y naranja.

Para la crema: 30gr de mantequilla sin sal, 300gr de azúcar glacé y medio bote de crema de Marshmallow.

Paso 1: El bizcocho

La receta de tarta arcoíris no tiene dificultad si habéis visto los programas anteriores. El primer paso es mezclar el aceite con el azúcar. A la mezcla, se le añaden los huevos. Uno a uno se van mezclando a mano o a batidora y con mucho cuidado de que la cáscara no caiga dentro. Tras ello, echamos la harina y la levadura removiendo mucho para que no queden grumos. El siguiente paso es añadir la vainilla en pasta. Dividimos la masa con una cuchara de helado para separar en cinco partes iguales. A cada parte, se le añade un colorante en pasta que da un color mucho más intenso que los colorantes líquidos. El siguiente paso es engrasar los moldes y repartir la masa entre ellos. Cuando esté todo listo, metemos cada uno al horno durante 20 minutos a 180 grados.

  

Paso 2: La crema

Para hacer la crema, Alma Obregón utiliza la crema de nubes por primera vez. El primer paso es mezclar la mantequilla a temperatura ambiente con el azúcar glacé. Primero batimos a velocidad lenta y, a medida que se va mezclando, subimos la velocidad. Nos aseguramos que todo se mezcla por igual. El último paso será mezclar la crema de nubes o marshmallow. Volvemos a batir un par de minutos a máxima velocidad.

Paso 3: La decoración

Con la crema lista, el siguiente paso es montar la tarta. Al montarlos, descubrimos el color real de cada bizcocho. Vamos uniendo cada parte de la tarta con crema. Una vez unidas todas las capas, cubrimos toda la tarta con crema para que se quede bien armado y refrigeramos 15 minutos en la nevera antes de dar la capa final de crema. El último paso de decoración es tapar bien con crema para que no se vean los bizcochos antes de dar el último toque de color.